Historia de la AAH

¿Cuál fue el contexto en el que surgió la Asociación Argentina de Hispanistas y qué finalidad crítica orientó sus labores académicas y profesionales?

A partir de la reinstauración democrática en 1983, las universidades públicas de la Argentina comienzan un proceso de redefinición de los planes de estudios de sus diversas carreras. Se entendía que era necesario abrir los contenidos curriculares de forma tal que las líneas de pensamiento y autores prohibidos durante la última dictadura reencontraran su legítimo espacio en la formación de los futuros graduados.

En ese entonces no hubo una coordinación educativa nacional que sistematizara las distintas titulaciones –Licenciaturas y Profesorados– y se empezó a advertir que dos factores comenzaban a impactar en la organización de las materias de literatura de los diversos planes de estudio de cada localidad nacional.

Por un lado, porque se resolvió de desigual manera la introducción de los contenidos pedagógicos en sus planes de estudio, y se puso en cuestión la especificidad de muchas asignaturas como tales; esto condujo, con el transcurso del tiempo, a la fusión de cátedras y a la sistematización de contenidos desde ópticas más abarcadoras que la tradicional división en literaturas nacionales.

Por otra parte, los aires democráticos potenciaron los estudios sobre literatura argentina y latinoamericana, –multiplicando sus asignaturas específicas–, asimismo se desplegaron nuevas orientaciones en lingüística y se impulsaron los estudios de teoría literaria –verdadero signo diferenciador de la formación en Letras en la Argentina.

Este proceso de redefinición de los nuevos planes de estudios y las álgidas negociaciones que en cada universidad se fueron dando al respecto fue la motivación para que, en octubre de 1986, especialistas de literatura española, argentina, latinoamericana y lingüística se autoconvocaran en la Universidad Nacional del Sur (Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires) para intercambiar experiencias, reconocer los propios campos de estudio, diagnosticar la dimensión pedagógica y la labor investigativa en marcha, de forma tal que el autorreconocimiento colectivo y diferenciado apuntalara la defensa y jerarquización de campos disciplinares y espacios pedagógicos específicos.

Ahora bien, si lo antes señalado permitiría sostener que la Asociación Argentina de Hispanistas nació en un contexto crítico y con impulso reactivo a las polaridades ideológicas, que parecían cooptar los debates locales –americanismos vs. hispanismos; literatura nacional vs. literaturas extranjeras; literaturas contemporáneas vs. literaturas clásicas–, no es un dato a perder de vista el que su pervivencia, desde su creación en 1986, dependió en gran medida del peso histórico que el debate sobre la lengua y la cultura española tenía en la tradición cultural argentina precedente. Asimismo, ya desde las primeras juntas directivas de la AAH, se hizo una decidida apuesta por la modernización y apertura de las propias disciplinas, tal como puede constatarse en los ejes temáticos específicos que se fueron incrementando en las sucesivas convocatorias de sus congresos trianuales.

Con genuino orgullo podemos señalar que el hispanismo argentino trasciende y excede, con amplitud, la fría indicación burocrática de que en la década del '80 se sentaron las bases societarias del hispanismo local. En efecto, la historia del hispanismo en la Argentina es una labor en continuo proceso de indagación y sistematización.

No hay una única historia del hispanismo nacional ni cabe pensar que las potenciales lecturas de este fenómeno cultural estén próximas a agotarse. El incesante vigor de la agenda de la Asociación Argentina de Hispanistas se muestra en los eventos científicos del más diverso tenor, en los novedosos abordajes de tesis de maestría o doctorado, en las investigaciones y publicaciones de sus miembros.

Todo esto es testimonio de la riqueza y complejidad crítica, que honra la creatividad y criterios con los que maestras y maestros precedentes pensaron este espacio de reflexión y producción que nos agrupa.